• Artritis reumatoide: Esta enfermedad autoinmune suele causar inflamación y molestias en las articulaciones del cuello.
• Fibromialgia: Caracterizada por un dolor musculoesquelético generalizado, la fibromialgia puede exacerbar las molestias cervicales.
• Artrosis: La degeneración del cartílago articular y del hueso subyacente en el cuello puede causar importantes molestias.
• Latigazo cervical: Esta lesión cervical, que suele ser consecuencia de accidentes de tráfico, se produce cuando el cuello se mueve con fuerza hacia delante y hacia atrás, provocando dolor y rigidez cervical.
• Enfermedad degenerativa discal: El envejecimiento puede provocar el adelgazamiento y la degeneración del disco, causando dolor de cuello
• Meningitis: Esta infección grave provoca molestias agudas en el cuello.
• Estenosis cervical: Esta afección, caracterizada por el estrechamiento del canal espinal en la región del cuello, suele contribuir al dolor de cuello.
• Hernias discales: Cuando un disco del cuello se rompe y la sustancia gelatinosa interna se escapa, puede causar un dolor intenso en el cuello.
• Discos abultados: Un disco que se abomba pero no se rompe puede presionar los nervios cercanos, causando molestias en el cuello.

Más allá de las molestias en la zona del cuello, el dolor cervical crónico suele presentar varios síntomas asociados. Estos pueden incluir dolores de cabeza, rigidez o reducción de la amplitud de movimiento en el cuello y dolor irradiado hacia los hombros o los brazos. También puede producirse hormigueo, entumecimiento o debilidad en los brazos. En ocasiones, el dolor cervical crónico puede ir acompañado de problemas como dificultad para tragar, mareos o incluso pérdida del equilibrio. La evaluación de estos síntomas es fundamental para elaborar un plan de tratamiento eficaz, por lo que el papel de un especialista en tratamiento del dolor es esencial.

• Fisioterapia: Un especialista en tratamiento del dolor puede recomendar ejercicios y estiramientos para mejorar la fuerza y la flexibilidad del cuello.
• Medicamentos: Los analgésicos de venta libre o los medicamentos recetados pueden tratar el dolor de cuello crónico.
• Inyecciones: Las inyecciones específicas, como las inyecciones epidurales de esteroides o las inyecciones en las articulaciones facetarias, pueden aliviar el dolor localizado.
• Terapias alternativas: La acupuntura, los cuidados quiroprácticos, un fisioterapeuta u otros tratamientos alternativos pueden tratar el dolor cervical crónico.
• Modificaciones del estilo de vida: Los ajustes ergonómicos, las técnicas de control del estrés y las mejoras posturales pueden ayudar a aliviar el dolor cervical crónico.
• Enfoques complementarios: Terapia con calor o frío, estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS)o la masoterapia pueden complementar los tratamientos.
• Intervenciones psicológicas: Terapia cognitivo-conductual (TCC) o las técnicas de relajación pueden abordar los factores psicológicos que influyen en el dolor de cuello.
• Colaboración: La colaboración con otros profesionales sanitarios, como fisioterapeutas o traumatólogos, puede formar parte del plan de tratamiento integral diseñado por un especialista en tratamiento del dolor.

Las inyecciones son una parte crucial del tratamiento del dolor cervical crónico, ya que dirigen la medicación directamente al origen de las molestias. Un especialista en tratamiento del dolor aplica medicamentos como inyecciones epidurales de esteroides o inyecciones en las articulaciones facetarias, que reducen la inflamación y alivian el dolor. Estos tratamientos pueden aliviar el dolor, aumentar la movilidad y permitir a las personas someterse a terapias de rehabilitación más eficaces. El especialista en tratamiento del dolor calcula cuidadosamente el tipo y la cantidad adecuados de inyecciones en función de las circunstancias y necesidades específicas de la persona, ofreciendo un tratamiento personalizado para la agonía persistente en el cuello.

Los especialistas en tratamiento del dolor pueden recomendar inyecciones en casos de dolor cervical crónico que no responden a los tratamientos conservadores o cuando se necesita un alivio específico. Estos casos incluyen el dolor asociado a hernias discales, enfermedad degenerativa del disco, artritis de la articulación facetaria o pinzamientos nerviosos. Las inyecciones, como las inyecciones epidurales de esteroides o las inyecciones en la articulación facetaria, administran medicación directamente en la zona afectada, proporcionando un alivio localizado del dolor y reduciendo la inflamación. La decisión de recomendar inyecciones se basa en una evaluación exhaustiva por parte del especialista en tratamiento del dolor, teniendo en cuenta el estado específico y las necesidades individuales del paciente.

• Inyecciones epidurales de esteroides: La eficacia total de las inyecciones epidurales de esteroides es de 70%.
• Inyecciones en la articulación facetaria: La eficacia total de las inyecciones en la articulación facetaria es de 75%.
• Inyecciones de puntos gatillo: La eficacia total de las inyecciones en los puntos gatillo es de 90%.
• Inyecciones de proloterapia: La eficacia total de las inyecciones de proloterapia es de 80-90%.
• Ablación por radiofrecuencia (ARF): La eficacia total de las inyecciones de RFA es del 70-80%.
• Inyecciones de cortisona: La eficacia total de las inyecciones de cortisona es de 66%.
• Bloqueos de nervios periféricos: La eficacia total de las inyecciones de bloqueo de nervios periféricos es de 50-90%.
• Inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP): La eficacia total de las inyecciones de PRP es de 80-90%.
• Bloqueo del ganglio estrellado (SGB): La eficacia total de las inyecciones de SGB es de 75%.

Las personas cuyo dolor de cuello crónico no ha respondido bien a los tratamientos conservadores y cuya calidad de vida ha disminuido pueden recibir recomendaciones para la terapia de inyección. Los especialistas en tratamiento del dolor tendrán en cuenta el diagnóstico, la causa del dolor cervical, los antecedentes médicos y la respuesta a tratamientos anteriores antes de determinar la idoneidad de las inyecciones.

Las inyecciones utilizadas para tratar el dolor cervical crónico pueden conllevar efectos secundarios específicos. Aunque son poco frecuentes, los posibles efectos secundarios incluyen dolor localizado o molestias en el lugar de la inyección, entumecimiento o debilidad temporal, reacciones alérgicas a los medicamentos utilizados en las inyecciones, infección o hemorragia. Un especialista en el tratamiento del dolor analizará estos posibles riesgos y vigilará de cerca a las personas que reciban inyecciones para minimizar la aparición de efectos secundarios y garantizar su seguridad durante todo el proceso de tratamiento.

Un especialista en tratamiento del dolor puede repetir las inyecciones para el dolor de cuello crónico con el fin de proporcionar un alivio continuo del dolor. La decisión de repetir las inyecciones depende de factores como la respuesta de la persona a los tratamientos anteriores y la duración y gravedad del dolor. Mediante un estrecho seguimiento de la eficacia y seguridad de cada tratamiento, los especialistas en tratamiento del dolor pueden determinar si la repetición de las inyecciones es una opción adecuada para tratar el dolor cervical crónico.

La preparación para las inyecciones destinadas a aliviar el dolor crónico de cuello implica varios pasos esenciales recomendados por un especialista en tratamiento del dolor. Antes del procedimiento, el especialista en tratamiento del dolor evaluará el historial médico de la persona, realizará una exploración física y comentará cualquier duda o pregunta que tenga. También puede solicitar pruebas diagnósticas, como estudios de imagen, para obtener información adicional sobre la afección cervical.

El especialista en tratamiento del dolor explicará los posibles beneficios y riesgos del procedimiento. Se asegurará de que la persona esté bien informada y le ofrecerá la oportunidad de formular otras preguntas. El especialista en tratamiento del dolor puede aconsejar a la persona que deje de tomar determinados medicamentos o que ajuste su dosis para minimizar posibles complicaciones o interacciones durante la inyección.

El día de la intervención, la persona debe acudir a la clínica con ropa holgada y cómoda. Es posible que tenga que abstenerse de comer o beber durante un periodo determinado de antemano, según le indique el especialista en tratamiento del dolor. Antes de la inyección, el especialista en tratamiento del dolor limpiará y esterilizará la zona para reducir el riesgo de infección.

Señales de advertencia que exigen atención inmediata:

• Experimentar un dolor insoportable es habitual tras un accidente o una lesión.
• El dolor punzante que recorre los brazos o las piernas puede indicar una afección médica o una lesión.
• La falta de coordinación o equilibrio puede ser síntoma de diversas afecciones o deficiencias médicas.
• Dificultades para tragar o hablar.
• Si el individuo experimenta dolores de cabeza insoportables y dolor de cuello.
• Si una persona presenta fiebre, sudores nocturnos u otros síntomas relacionados con la infección.

Es esencial consultar a un especialista en tratamiento del dolor si el dolor de cuello:

• No mejora o empeora con el tiempo, incluso con reposo y tratamientos de venta libre.
• Empieza a afectar a la calidad de vida, interfiriendo en las actividades cotidianas o perturbando el sueño.
• Suele ir acompañada de otros síntomas preocupantes, como entumecimiento, debilidad u hormigueo en brazos o manos.
• Presenta fuertes dolores de cabeza, pérdida de peso inexplicable u otros síntomas sistémicos.